Plantea que el cambio de las especies se debe a dos procesos fundamentales: la producción azarosa de la variación, dada por mutaciones o recombinación genética, y el mantenimiento de ésta mediante el mecanismo de la selección natural. Esto significa que la variación aparece de manera espontánea dentro de una población, y su carácter adaptativo depende de las condiciones específicas del medio en que se presenta. Por ello, se habla de un proceso en que intervienen el azar y la necesidad, es decir, el surgimiento de las variaciones sin relación con las necesidades del organismo, seguida por una acción determinista de la selección natural.
Fuente:
Hernández Rodríguez, M. C., & Ruiz Gutiérrez, R. (2000). Kuhn y el aprendizaje del evolucionismo biológico. Perfiles Educativos, 22(89–90), 92–114. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-26982000000300006