Es la situación de pérdida de la capacidad laboral consecuencia de las limitaciones funcionales derivadas de enfermedad o lesión sobrevenida, por lo que está relacionada de forma primordial y directa con la pérdida de la salud (limitación funcional con impedimento laboral), ya que sin esta pérdida no cabría la determinación de una situación de incapacidad. Por ello la incapacidad laboral tiene un elemento sanitario que conviene conocer y los datos derivados de la misma son útiles tanto por su valor como indicador de resultado de las acciones sanitarias, como por su referente como indicador de calidad de vida, pues su situación establece una merma de la calidad de vida básica y fundamentalmente la utilización de los datos de incapacidad como indicador para la gestión sanitaria de gran trascendencia y que obliga al tratamiento de la misma más allá de la simple cuantificación economicista que la priva de la trascendencia sanitaria que dimana de sus datos de salud la incapacidad laboral relacionados, incluyendo el elemental dela enfermedad o la lesión que se padece.
Fuente:
Vicente Pardo, J. M. (2015). La incapacidad laboral como indicador de gestión sanitaria. Medicina y Seguridad del Trabajo, 61(239), 207–219. https://scielo.isciii.es/pdf/mesetra/v61n239/07_inspeccion1.pdf